Hacía ya mucho tiempo que tenía ganas de empezar un blog, pero escupir todas las idioteces que se me ocurren continuamente -aunque sea un desahogo extraordinario- no me parecía de lo más interesante para aquellos que se toparan con mi página. Con el afán de crear algo bueno y divertido, dejé pasar los años en espera de una idea genial, pero ahora veo que si sigo esperando, nunca más voy a escribir. Así que hoy comienzo y bueno, lo primero que haré será explicar el por qué del título de esta nueva aventura.
Originalmente quería que se llamara “el vaso medio lleno” porque
suelo ver la vida más positiva que negativa, sin embargo me topé con el título de “La buena crisis” y aunque no he leído el libro, esta frase habla por sí sola . La buena crisis, creo yo, es esa que nos deja no sólo una marca en el alma sino una enseñanza de cómo vivir mejor: un poco menos traumados, con un camino más definido, con una lección tan profunda que asegura que al menos, si vuelves a tropezar con la misma piedra, sabrás como balancearte para no caer hasta el piso. Así que me doy licencia para tomar prestada esta línea de poesía.
Y tal vez por ver el "vaso medio lleno", parecería que en general no tengo crisis alguna. Pero ya verán. Prepárense para conocer los detalles de esos oscuros rincones de mi mente que día a día me torturan, pero con que con una sonrisa los visito y les digo: "también de ustedes voy a aprender".

Maravilloso comienzo, estoy lista para seguir las buenas -y por qué no- también las malas crisis, de todas se aprenden!
ReplyDeleteLos blogs son como los hijos, hay que alimentarlos continuamente, así que ahora que empezaste no dejes esta buena iniciativa, supongo que será un excelente ejercicio de (auto)conocimiento.
Con cariño, Claudia
Sumamente prometedor. Un abrazo expectante... Salud!
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